Restaurante BLAU ENVALIRA

En este proyecto nos encontramos con un propietario enamorado de su profesión, con una amplia experiencia y muchos años regentando su propio restaurante. El reto para ellos era cambiar de local a uno más grande y mejor equipado, pero quería mantener la esencia que había llevado al éxito el BlauEnvalira todos estos años.

El nuevo local estaba situado en un primer piso, con el acceso principal a pie de calle, por lo que necesitábamos captar la atención de los transeúntes mediante un acceso que invitara a entrar. La proyección de la escalera y el diseño de la iluminación indicaban el camino hacia el restaurante; era vital que fuera lo más atractivo posible, ya que desde el exterior no se veía nada más: ni platos, ni comensales, ni si se trataba de un local grande o pequeño.

Una vez arriba, el espacio se distribuye en cuatro áreas diferenciadas: zona de bar, zona de barra, zona de restaurante y zona de copas; estableciendo entre ellas las conexiones, el servicio, la privacidad, etc. Y con la intención de estimular el uso paralelo de todas ellas.

Los materiales del interior se han elegido por su máxima resistencia al uso; teniendo en cuenta que durante el invierno, muchos clientes entran con botas de esquí, con riesgo de resbalones y deterioro del pavimento. Aún así la imagen tenía que recordarnos un refugio de montaña y aportar calidez al espacio interior, por eso la elección de la madera, la pizarra y el cuero como línea del proyecto.

Con especial cuidado a la iluminación, queríamos conseguir una luz de sensación escénica: iluminando materiales, con techos oscuros y pasos poco iluminados; consiguiendo que el cliente no sepa muy bien de dónde viene la claridad, pero disfrutando de la calidez que le aporta. Trabajando siempre con temperaturas de luz muy bajas y sensación de poca luz e igualando todos los puntos exactamente con los mismos parámetros, como si se tratara de luz natural.